Asa, diseñada por Miguel Milá, 1961.
En 1961 formó parte de la primera colección de Miguel Milá para TRAMO (“Trabajos Molestos”), la empresa que fundó para autoproducirse durante sus inicios. Santa & Cole la reedita tanto en la que fue su versión original, con la estructura y el botón en negro como en la posterior versión enteramente en blanco. Su estructura, ligera y en forma de tirador, facilita su portabilidad compacta a cualquier espacio que requiera ser distinguido por su luz.
Lámpara Cesta, diseñada por Miguel Milá, 1964.
Linterna mágica hecha a mano, compuesta por una estructura de madera que contiene un globo de luz. Su volumen oval y su asa hacen de ella un objeto-lámpara para dejar indistintamente sobre una mesa o en el suelo.
Lámpara mural Corso, diseñada por Antoni Arola, 2007.
Lámpara mural cuyo brazo luminoso discurre de izquierda a derecha como un escáner de luz vertical sobre un fondo con degradaciones de color, realizado en material suavemente reflectante. Por este sencillo principio de reflexión, CORSO se convierte en la primera lámpara de fluorescencia que permite variaciones cromáticas con sólo desplazar su brazo, donde se alojan los dos fluorescentes protegidos por un difusor interno.
Lámpara Amigo, de exterior, diseñada por Miguel Milá y Gonzalo Milá, 2009.
AMIGO (Aplique Miguel y Gonzalo) es el primer producto compartido entre padre e hijo, excelentes representante de dos distintas generaciones del diseño español. Disponible en tres tamaños, sus virtudes funcionales son verdaderamente infrecuentes: fluorescencia con alta estanqueidad y luminosidad difusa gracias a una pantalla en posición vertical que impide que aniden los insectos en su interior mientras protege la electrónica. Produce un halo de luz filtrado, evitando así los deslumbres laterales, y todo ello con una simplicidad impecable donde nada sobra.
Lámpara Oco, de exterior, diseñada por Causas Externas, 2010.
Lámpara de jardín que también cumple su función en porches o terrazas, iluminando discretamente la noche. La parte superior proyecta una luz cenital, salpicando la visión nocturna como luciérnagas.